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Un Mundo Sin Efectivo

Un Mundo Sin Efectivo

Sí, es posible que el efectivo desaparezca algún día y, de hecho, ya está cerca en algunos países del mundo, pero hay algo que decir acerca de que el efectivo es la única forma de dinero sobreviviente en caso de un desastre como una llamarada solar gigante o una tercera guerra mundial.

Por «efectivo» nos refermios a billetes y monedas, no a cheques o tarjetas de débito, aunque estén vinculados directamente a cuentas de efectivo. Esas, de hecho, son opciones sin efectivo.

En muchas situaciones, el efectivo aún puede ser la única opción para realizar una transacción en nuestra tienda favorita. Los pequeños minoristas y tiendas de barrio a menudo no quieren la molestia de aceptar tarjetas de crédito o pagar las tarifas comerciales que acompañan a estas transacciones. Además, en una sociedad sin dinero en efectivo…..¿Qué lanzarías a una fuente de los deseos?

El aumento del «Sin Contacto»

 

Un aumento en el uso de pagos sin contacto, el cambio hacia el comercio electrónico y los efectos de la pandemia de la Covid-19 en los hábitos de gasto y consumo han llevado a muchos a sugerir que el efectivo está camino a a desaparecer, o bueno, comenzando a desaparecer.

A pesar de las claras señales de que el uso de efectivo ha disminuido durante la pandemia, la investigación muestra que el efectivo en su conjunto no está cerca de la extinción. 

La evidencia a su alrededor puede ser confusa, razón por la cual hemos elaborado este artículo para examinar completamente si es probable una sociedad sin efectivo, o si las preocupaciones al respecto son más ladrar que morder.

Los efectos del covid 

Obviamente, la pandemia de Covid-19 tuvo un gran impacto en el uso de efectivo en la economía en general, que se había mantenido relativamente estable en los años anteriores. 

Aunque las tarjetas sin contacto se introdujeron en 2011, y a pesar de la introducción de servicios de pago móvil como Apple Pay y Google Pay han comenzado a aparecer unos años más tarde, el uso de cajeros automáticos se mantuvo notablemente estable durante la década de 2010. 

Sin embargo, los datos de diversos Bancos Centrales de América Latina muestran una marcada disminución en el volumen y el valor de los retiros de cajeros automáticos inmediatamente después del inicio de la pandemia, ya que las restricciones limitaron el gasto en efectivo en las tiendas y las personas tenían preocupaciones de higiene en el manejo de billetes y monedas.

Un estudio del Banco Mundial indica que el 42% de los adultos en América Latina utiliza pagos digitales en comercios, y el 11% ha adoptado recientemente este formato de pagos en el marco de la covid-19. El estudio recopiló datos a nivel nacional de más de 14.000 adultos, de 15 años o más, en 14 economías de la región.

La llegada de la covid-19 despertó la necesidad de proveer servicios de manera diferente. Un ejemplo es el uso de pagos digitales por parte de los gobiernos para proveer alivio financiero a los grupos más vulnerables. De la misma forma, los propios ciudadanos buscaron maneras de realizar transacciones en formatos seguros para cumplir las reglas de distanciamiento social.

Sin embargo, como todos los servicios digitales, la clave está en la conectividad. Menos del 50% de la población de América Latina cuenta con banda ancha de Internet fija. Además, apenas el 10% cuenta con una conexión de fibra óptica de alta calidad en el hogar.

Quien paga en efectivo y quien con pagos digitales

El estudio sugiere que algunos adultos se digitalizaron durante la pandemia, pero el alcance de la adopción digital difiere entre las economías regionales. Por ejemplo, el 38% de los adultos en Argentina y el 27% de los adultos en México, utilizaron un pago digital por primera vez durante la pandemia. Estos pagos incluyen transacciones en tiendas, transferencias gubernamentales o pensiones, pagos de facturas de servicios públicos o pagos de salarios.

En Argentina, Costa Rica, Perú y México, más de un tercio de las personas utiliza pagos digitales, al igual que la mitad de los adultos en Brasil y el 69% en Venezuela. Sin embargo, el estudio concluyó que hay diferencias, no solo de país en país, sino que también entre grupos en un mismo país. En México, por ejemplo, los hombres realizan pagos digitales casi dos veces más que las mujeres.

Incluso, hay diferencias entre los grupos según ingresos, ya que los adultos del 60% de los hogares más ricos utilizan más los pagos digitales en comercios. De la misma forma, en Colombia, México y Perú, alrededor de una quinta parte de los adultos más pobres utilizan los pagos en comercios digitales pero la proporción es dos a tres veces mayor entre los adultos más ricos.

Es importante mencionar que la adopción de estos métodos de pago podría terminar profundizando las desigualdades en el uso de los servicios financieros digitales. Ciertos grupos vulnerables como los adultos mayores y quienes viven en situación de pobreza se ven afectados de forma desproporcionada durante una crisis económica y, por lo general, no tienen identificación, cuentas bancarias o teléfonos móviles necesarios para adoptar el formato de pagos digitales.

El desafío

Los bancos, las FinTech y las organizaciones gubernamentales deben trabajar juntos para garantizar que el cambio a una sociedad sin efectivo sea tan suave y gradual como debe ser, y que ningún sector de la sociedad quede excluido y financieramente vulnerable como resultado.

Hay muchos otros problemas potenciales con una sociedad sin efectivo que deben tenerse en cuenta para establecer un estado de preparación adecuado.

Las transacciones digitales se rastrean y registran fácilmente, lo que plantea dudas sobre la seguridad de los datos. Ha habido varias violaciones de datos de alto perfil en los últimos años , lo que significa que la industria aún tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda garantizar la protección de manera efectiva. Sin un sistema de efectivo al que recurrir, este tipo de amenazas a la seguridad podrían ser potencialmente devastadoras en una sociedad sin efectivo. El riesgo de otros delitos, como el robo de identidad, la usurpación de cuentas y las transacciones fraudulentas, también aumentará cuando los pagos digitales se conviertan en la única opción.

Muchos bancos también dependen de una infraestructura obsoleta con sistemas de TI de décadas de antigüedad que aumentan el riesgo de fallas, bloqueos y errores. Esto podría potencialmente dejar a las personas sin acceso a su dinero en momentos cruciales, por lo que las marcas financieras requerirían una inversión significativa para actualizar sus sistemas antes de cambiar a la tecnología sin efectivo.

La incapacidad de retirar efectivo del sistema financiero también daría a los gobiernos y bancos un mayor control de la economía a través de la política monetaria. Tendría que haber una legislación importante redactada para garantizar que ninguna organización pueda abusar de dicho sistema de esta manera.

Aunque no todo es malo

Puede parecer que hay muchos riesgos asociados con el cambio a una sociedad sin efectivo, pero también se pueden encontrar aspectos muy positivos.

La naturaleza anónima e imposible de rastrear del efectivo físico lo convierte en el formato ideal para que lo utilicen los delincuentes organizados. Aquellos involucrados en sobornos, evasión de impuestos, lavado de dinero, falsificación, corrupción y financiamiento del terrorismo confían en este aspecto del efectivo para llevar a cabo sus delitos, lo que sería significativamente más difícil con sistemas de pago digitales rastreables. Ocultar los ingresos y la evasión de impuestos también se vuelve aún más difícil sin la opción del «efectivo en mano».

Si bien la posibilidad de filtraciones de datos estará presente, la gama de métodos de autorización basados en tecnología también puede hacer que la banca digital sea más segura que el efectivo. La biometría, como los escaneos de retina, el reconocimiento facial y la voz, pueden hacer que sus opciones de pago basadas en teléfonos inteligentes sean más seguras de lo que podría ser su billetera.

Pensamientos finales

Hay muchos riesgos inherentes al cambio a una sociedad sin efectivo. Sin embargo, dado que el cambio se considera casi inevitable, se vuelve crucial que todas las organizaciones involucradas en la economía trabajen juntas de manera responsable y se aseguren de que ninguna persona se quede atrás y que las vulnerabilidades en un sistema sin efectivo no puedan ser explotadas por aquellos con malas intenciones.

 F: El Pais; Cashless Society, Future Branches,  Kuvasz Solutions. 

Sobre Kuvasz Solutions

Fundada en 2008, Kuvasz es una empresa especializada en tecnología de  Medios de Pago líder en la región. Trabajamos en conjunto a las principales redes transaccionales, bancos y retailers de LATAM con la finalidad de ayudarles a crear soluciones de pago únicas y de última tecnología.

Con más de seis (6) años de partnership con ACI Worldwide, ofreciendo soluciones a todo el ecosistema transaccional.

Actualmente, Kuvasz Solutions ofrece servicios de consultoría y desarrollos profesionales sobre la plataforma BASE24-eps en más de diez (10) clientes de LATAM y el mundo.

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